domingo, 4 de julio de 2010

Cuando parece que no hay salida...

Os invitamos a reflexionar. Los tiempos invitan a la reflexión.

Los tiempos son buenos para pensar. Para que nuestras autoridades piensen -también- en el callejón sin salida en que nos han metido. Han de darse cuenta de que la marca "Escuelas Oficiales de Idiomas" ya no existe, y nos es catastrofismo: en cada comunidad autónoma se desenvuelven como a cada uno le parece. Unos certifican destrezas, otros cursos, otros se han olvidado de la convocatoria extraordinaria. Esto no es más que el principio de una disolución más o menos lenta de un servicio que hasta hace poco era común.

A nosotros no nos queda más que bordear el hastío cuando insistimos en repetir que lo que hemos de recuperar es el verdadero currículo que nos aproxima a Europa y cohesiona nuestras enseñanzas en España.

Éramos un servicio para toda España y debemos volver a lo mismo con lo que Europa señala como herramienta común que funciona. Ni profetas ni académicos pueden descabalgar a las instituciones de referencia en Europa de lo que llevaban años enseñando y certificando. ¿Por qué tuvimos que/nos hicieron cambiar hacia el desastre actual?

No podemos sentirnos satisfechos con enseñar hasta el B2 y llamarlo Nivel Avanzado II, porque eso es fraude. No podemos frivolizar con la opcionalidad de uno o dos años para el intermedio. Debemos reformar el Real Decreto que nos confunde.

  • ¿A qué profesor/a le parece normal enseñar en nivel intermedio II con un texto que prepara para el B2?
  • ¿Es normal preparar el B2 -Avanzado II- con libros del Cambridge Advanced English, y aún así sorprender a nuestros alumos por el nivel de exigencia de las pruebas? La distorsión que hemos infligido a la referencia europea nos machacará.
  • ¿Qué está ocurriendo en otras Comunidades Autónomas diferentes de Madrid?
  • Español para extranjeros requiere tratamiento aparte. Su devaluación clama a la razón del más tonto, el que puso su firma en el infausto RD 1629/2006.

Son sólo algunos ejemplos próximos y evidentes de la catástrofe. Seguro que tenéis más que decir a esto. El problema es que no tenemos quién nos entienda. Los que tienen que escucharnos, prefieren callar; los que pueden arreglarlo no tienen fuerza ni influencia. El tiempo pasa y el problema crece. ¿Tan difícil es reconsiderar un error y dar marcha atrás? Todo lo que se haga en esa dirección contará con nuestro agradecimiento y el de nuestros alumnos.

Las vacaciones son una buena oportunidad para descansar y desconectar de la frustración. Son también una oportunidad para pensar en el daño que estamos ocasionando a nuestros alumnos y clientes. El tiempo pasa deprisa, deprisa y cuando volvamos a vernos las caras seguro que más de uno/a se quejará de lo obvio, de la incoherencia...

¿Qué más hay que hacer o decir?

Continuará